
La autoridad. La autoridad es necesaria para la venta, para conseguir la credibilidad suficiente para que tu cliente confíe en tu producto y lo compre.
Esto seguro que lo sabes, y de hecho habrás visto muchas empresas que intentan hacerlo, solo que de formas poco eficientes.
¿Te suena alguna de las siguientes?
· «Somos líderes del sector desde hace 15 años»
· «Mejor producto con la mayor calidad»
· «Satisfacción garantizada en tu compra»
· «Máxima calidad al mejor precio»
Lo malo de estas afirmaciones, que persiguen conseguir autoridad y credibilidad, es que no son creíbles, no parecen reales por varios motivos.
Para empezar el cliente tiene muy difícil contrastar si esto es cierto o no. Para la empresa está claro que es cierto, sin embargo el cliente no lo puede comprobar, hasta que compre y compruebe si es verdad.
Por otro lado este tipo de afirmaciones son muy comunes, muy frecuentes, y por lo tanto no ayudan a diferenciar a tu empresa. Es algo que todo el mundo puede decir de forma sencilla.
¿Qué puedes hacer en lugar de eso?
Ganarte la confianza del cliente a través de su problema, haciendo ver que conoces su problema bien, y que por lo tanto tu producto podrá solucionarlo.
Vamos a poner un ejemplo.
Imagina que quieres vender un servicio de mantenimiento web, un servicio de mantenimiento WordPress, si dijeras algo así:
Esto no tiene porque ser mentira, y parece estar bien, pero tiene los problemas que comentábamos antes. Podemos darle una vuelta:
En mi opinión esto concreta más lo que se ofrece de una forma creíble y relacionada con el problema del cliente.
¿Quieres incluir el tema de los 10 años?
También lo puedes hacer, no hay mayor problema:
Si quieres olvidarte de esos problemas, que pueden perjudicar cualquier campaña que tengas en marcha, tienes nuestro servicio de mantenimiento WordPress
Con esto puedes indicar que conoces el problema desde hace 10 años sin decir la típica frase de «10 años de experiencia». A mi me parece que es una forma de redactar tu servicio, desde la perspectiva del cliente, que como consecuencia queda mucho más creíble.
Imagino que ahora, depende de tu sector puedes pensar, que eso esta bien para servicios, pero que para productos no es tan fácil.
Es exactamente igual.
Imagina que vendes sofas, podrías poner:
Y quedarte tan feliz. O buscar una diferenciación:
El primer texto no dice nada, sin embargo el segundo da una explicación, una justificación.
¿Es posible que otras empresas también hagan los asientos con muelles ensacados? Es posible, sí, pero si en lugar de eso dicen lo de la calidad y los precios de fábrica, pues nadie lo sabe.
Busca la diferenciación, y la credibilidad a través de la comprensión del problema del cliente.