Conoce seis malas prácticas en la creación de contenidos

Las malas prácticas en la creación de contenidos están en el punto de mira. La proliferación de los e-commerce y el crecimiento del consumo en el entorno digital han desatado una batalla en la que todo vale para conseguir más tráfico y un mejor posicionamiento web.

Pero actuar sin pensar nunca es la opción acertada.

El marketing de contenidos es una herramienta enmarcada dentro de una estrategia de marketing digital más amplia. Consiste en producir textos de diferentes tipos que luego distribuiremos para llegar a una público objetivo determinado.

Por ejemplo, las Redes Sociales o los blogs corporativos nos ayudan a difundir nuestro mensaje.

En Internet los negocios compiten ferozmente por llegar al mayor número de usuarios posible. Es ahí dónde entra la necesidad de ofrecer contenido relevante y de interés a los clientes potenciales de una empresa.

Elaborar contenidos propios tiene ventajas innegables como mejorar nuestra visibilidad online, potenciar nuestra imagen de marca y en última instancia establecer una relación más estrecha con una comunidad de clientes en expansión que pueden recomendar nuestros productos o servicios.

Sin embargo, existe la falsa creencia de que la cantidad es mejor que la calidad. En otras palabras, algunas empresas lanzan toneladas de información sobre todo lo que ofrecen sin ni siquiera pararse a reflexionar si esos textos aportan un valor añadido para el usuario.

Incluso puede darse el caso en el que los encargados del marketing de contenidos no piensen en los usuarios. Se centran en alimentar a los buscadores para así aparecer en las primeras posiciones en consultas que pueden o no estar relacionadas con su sector. El volumen de tráfico es lo que importa.

Para no caer en las trampas mencionadas arriba veremos algunos errores comunes en la creación de contenidos. Evitar estos fallos puede suponer la diferencia entre lograr los objetivos de negocio  marcados o no hacerlo.

· Carecer de una estrategia global de contenidos

Antes de lanzarse a ciegas a la generación de contenidos hay que llevar acabo un análisis en profundidad de la situación actual del e-commerce en cuestión.

En definitiva, es crucial tener claro el punto de partida así como las fortalezas y debilidades del negocio respecto a la competencia.

No tener una estrategia global de contenidos puede conducir al desastre.

En esas circunstancias se estarían desperdiciando recursos humanos y económicos muy valiosos.

Puede conseguirse un mayor retorno de la inversión con sólo establecer una meta concreta y definida en el tiempo así como un plan para alcanzarla.

En esta fase hay ciertas preguntas que deben plantearse.

► ¿Para quién escribo?

► ¿Cuáles son las principales características de mis clientes?

► ¿Cuáles son sus preguntas frecuentes?

► ¿Qué me hace destacar respecto a la competencia?

► ¿Cuál es el modo más eficiente de difundir mis contenidos?

► ¿Qué información es la más consultada en mi web?

Saber de inicio las búsquedas para las que queremos posicionarnos así como aquellas en las que ya aparecemos en el lugar deseado es fundamental.

Además, es recomendable tener en mente el customer journey para elaborar contenidos adaptados a las distintas fases del proceso de compra.

Por ejemplo, los blogs corporativos son especialmente populares pero si el objetivo final es aumentar el número de ventas ese no es el camino.

Un artículo de viajes en una web de una cadena hotelera se situaría más dentro de una fase en la que el usuario busca informarse que en el momento en sí en el que se decide a realizar una reserva.

En resumen, hay múltiples alternativas en lo que a la elaboración de contenidos se refiere pero no todas son válidas para todos los negocios.

Analizar los datos del tráfico de nuestro sitio web es de una ayuda inestimable a la hora de entender como se comporta el usuario y cuál es el mejor modo de captar su interés.

· No planificar el calendario de contenidos

Si como hemos visto algunas empresas caen en la equivocación de no tener una estrategia global de contenidos es lógico que también caigan en la trampa de no planificar el calendario de contenidos atendiendo a factores como el volumen de las búsquedas de los usuarios, sus inquietudes o la estacionalidad.

Pongamos por caso a un negocio de pastelería online.

Ni que decir tiene que durante el verano sus clientes potenciales demandarán más productos como sorbetes o helados mientras que en Navidad el turrón, los polvorones o el Roscón de Reyes serán los protagonistas indiscutibles.

A pesar de que las conclusiones expresadas más arriba parecen fruto del sentido común lo cierto es que en un negocio no es posible dejarse guiar por la intuición.

Las decisiones deben apoyarse en datos.

Por esta razón establecer un calendario de contenidos que sirva de guía y facilite la medición de resultados de la estrategia de creación de contenidos es imprescindible. Definir los objetivos y el grado de consecución alcanzado es clave.

Actualmente, existen en el mercado numerosas herramientas que te permiten analizar multitud de keywords y determinar cuáles son importantes para un negocio en un momento dado.

En base a este tipo de estudios se programará un calendario de publicaciones que puede incluir desde entradas de blog hasta la redacción de nuevas categorías del sitio web.

Todo depende de la finalidad a la que se orienten los contenidos.

En conclusión, tomar como referencia las búsquedas de los clientes de nuestro negocio online y llevar un registro de las acciones llevadas acabo en materia de redacción de contenidos son los pilares básicos sobre los que hay que apoyarse.

Llevar acabo un análisis del trabajo permitirá realizar de forma ordenada y eficiente los cambios oportunos en nuestra estrategia global de contenidos. Y sin perder de vista las acciones que han resultado un éxito.

· El contenido duplicado y el plagio

El plagio es una de las malas prácticas en la creación de contenidos más frecuentes.

Sin embargo, en contra de lo que la mayoría de la gente cree que una web tenga contenidos muy similares a los de la competencia no es algo negativo en sí mismo.

Por un lado, el hecho de sacar ventaja del trabajo ajeno no es un comportamiento ético. Además, hay un inconveniente de lo más preocupante si copiamos los textos de una página externa.

En estas situaciones la información ofrecida en ese caso no será considerada relevante desde el punto de vista del buscador.

A mediados de septiembre de este año Google ha dado un giro favoreciendo el posicionamiento de las noticias originales dejando de potenciar a las fuentes que sólo se hacen eco de dicha información.

Pero tampoco hay que obsesionarse con la exclusividad de la información.

En el caso de los diccionarios online, por ejemplo, queda patente que no incluyen palabras o definiciones radicalmente distintas de las de sus competidores y esto no tiene por qué influir en las posiciones que ocupan en el buscador.

Por otro lado, se suele confundir el plagio con el concepto de contenido duplicado.

Mientras que el plagio sería copiar lo que hacen otras empresas del mismo sector el contenido duplicado se da cuándo los mismos contenidos se repiten muchas veces dentro de una misma página web.

Hay que recordar que cada dirección web o URL es única.

Por lo tanto, que varias URL hablen de lo mismo no resulta beneficioso en absoluto dado que Google tendría varias páginas compitiendo para posicionarse con las mismas palabras clave y no sabría cuál tendría que mostrarle al usuario.

Esto es lo que denomina canibalización de keywords.

Para finalizar, hemos de advertir sobre las consecuencias de crear páginas puerta dentro de nuestro negocio online.

Según la ayuda de Google las páginas puerta han sido “creadas para obtener una buena clasificación en resultados de búsqueda concretos”.

Imagina una web especializada en la reserva de vehículos  desde distintos puntos de España.

Si el contenido de todas las páginas es el mismo independientemente de la provincia o ciudad indicada en el título estaríamos ante páginas puerta que acabarán siendo penalizadas tarde o temprano.

· Escribir para los buscadores

Otro de los errores comunes en la creación de contenidos es el escribir para los buscadores en lugar de pensar en cuál es la intención de búsqueda del usuario en el momento en el que realiza una consulta en Internet.

Pensemos en el blog de la empresa de alquiler de vehículos mencionada arriba.  Y un día analizando datos comprobamos que uno de los términos mejor posicionados es “Felicitaciones navideñas”.

Obviamente, las personas que buscan felicitaciones navideñas pueden llegar a alquilar un vehículo.

Sin embargo, parece natural deducir que la gente que  navegaba a la caza de las formas más originales de desear felices fiestas a sus familiares y amigos no tenían en mente reservar un coche.

De hecho, ni tan siquiera deseaban información sobre el tema.

La cuestión se reduce a no dejarse seducir por tácticas que atraigan mucho tráfico a cualquier precio sin importar que éste sea de calidad.

Las visitas que recibe un e-commerce no valen de nada si no generan conversiones ya sean ventas, formularios de contacto, llamadas o cualquier otra acción que sea importante para el buen funcionamiento de la empresa.

· El keyword stuffing es el enemigo

El término keyword stuffing hace referencia a una estrategia de Black Hat SEO que consiste en repetir hasta la saciedad dentro de un mismo texto aquellas palabras clave que se quieren posicionar en Google.

Esta clase de medidas no sólo resultan poco efectivas sino que además pueden ser perjudiciales a largo plazo.

No olvides que Google en particular, y los buscadores en general, tienen el objetivo de proporcionar al usuario la información más relevante y precisa posible.

Dicho de otro modo, si se elaboran textos poco naturales en los que el vocabulario y la gramática dejan bastante que desear debido a una redacción sobre optimizada para SEO lo más normal es que esos contenidos acaben siendo penalizados bien de forma manual o a través del Algoritmo Panda.

Panda es una parte del algoritmo de Google ideado para eliminar del buscador las páginas cuyo contenido sea de baja calidad.

En esencia hace que baje la posición en las  SERPS de esta clase de sitios web.

El impacto de una penalización como esta tanto en el tráfico como en la cuenta de resultados de un negocio online es enorme.

Y como salir del agujero no es una tarea sencilla lo mejor es procurar hacer las cosas bien desde el principio sin tomar la vía rápida para aumentar nuestro tráfico orgánico.

El último aspecto a considerar dentro del keyword stuffing es la densidad de las palabras clave.

Por desgracia, no hay una regla mágica que diga cuál es el número perfecto de palabras clave dentro de un texto.

Los sinónimos pueden ser muy útiles ya que al hacer referencia a conceptos iguales de forma distinta reforzamos la idea que queremos transmitir al tiempo que no abrumamos al lector con artículos farragosos y más largos de lo necesario.

· No incluir enlaces externos de calidad

Si nos fijamos atentamente descubriremos que en muchas páginas web los enlaces externos brillan por su ausencia.

Esta tendencia se debe a que la mayoría de las empresas no están dispuestas a desviar el tráfico de su sitio web hacia otras fuentes. Esta tendencia también se halla dentro de las malas prácticas en la creación de contenidos que han de desterrarse del día a día de cualquier departamento de marketing digital.

Incluir enlaces a otros artículos que puedan clarificar conceptos siempre es una política acertada. El usuario no vive en una burbuja y sabe que hay cientos de páginas web acerca de un tema.

Y aquí termina este repaso por las malas prácticas en la creación de contenidos más habituales hoy en día.

Como has podido comprobar, no cometer estos fallos no es algo complicado. Simplemente se necesita contar con ciertos conocimientos básicos o pedir asesoramiento profesional.

Acabar con las malas prácticas en la creación de contenidos en tu negocio está a tu alcance.

Además, si te interesa el marketing de contenidos y buscas empleo en este área, puedes consultar las ofertas de empleo disponibles como redactor de contenidos en Jooble.