Marketing emocional, el poder de las emociones

Todo ser humano está expuesto a la experimentación de una amplia diversidad de sensaciones diarias. Entre ellas están las emociones.

Pero, ¿esto que tiene que ver con el marketing?

No, no vamos a desarrollar una reflexión, pero sí, que vamos a profundizar sobre un tema que, a mí, personalmente me encanta.

Te estoy hablando del marketing emocional.

Pues sí, las emociones son algo tan básico pero que, a su vez, está presente en distintas áreas de nuestra vida.

Entre ellas también cuentan las herramientas o estrategias que llevamos a cabo en nuestros proyectos.

No debemos olvidar de que en todos los proyectos en los que utilizamos el marketing están desarrollados por y para personas.

Lo cual, hace que la comunicación sea imprescindible, transparente y que, sobre todo, transmita.

Pero para que entiendas el poder de las emociones y este tipo de estrategias, es por la razón por la que te traigo este post.

Empecemos por partes.

1. ¿Qué es el Marketing Emocional?

Este concepto surge gracias a la necesidad de movilizar y hacer reaccionar a las personas de una forma más efectiva.

Para esto se requiere conocer una serie de valores, de sentimientos y emociones por las que éstas, mostraran una respuesta.

Con el fin de que cada persona muestre una actitud o acción favorable frente a un producto y/o servicio.

Para que nos entendamos, el Marketing Emocional hace un examen exhaustivo de las emociones que tienen las personas para poder después, ofrecer un mejor servicio y concluir con éxito el cierre de venta.

Y esto ocurre tanto para todo tipo de servicios sean físicos o no.

Con este tipo de estrategia lo que buscamos es un espacio en la mente del consumidor o cliente final, para lograr conquistarlo a través de sus emociones.

Y es que, está comprobado que al menos un 99% de las ocasiones, a la hora de adquirir un producto lo hacemos por un impulso o porque nos invade un fuerte sentimiento de emoción.

Por ello, cuando elaboramos o visualizamos una campaña publicitaria, vemos que parten de una base motivacional y emocional.

Fuente: Pixabay

Pero esto no es algo que de la noche a la mañana se dé.

Tienen que pasar una serie de criterios y comportamientos del consumidor. Las modas, por ejemplo, no surgen en dos días.

Todo lleva consigo una sucesión de comprobación y descubrimientos. Entre los que está el deseo o la necesidad.

Todo proyecto debe enfocarse en las necesidades de sus seguidores que posteriormente en la mayoría de los casos, pasan a ser clientes.

Antes era más común visualizar campañas publicitarias en las que únicamente se mostraban beneficios.

Pues hoy en día existen diferentes productos ofreciéndote lo mismo o similar.

Hoy es más que eso, y es en esto en lo que se enfoca el Marketing Emocional, te muestra de forma directa qué te aportará a ti exactamente.

Pues, aunque sea una campaña global, al jugar con las emociones, estaríamos hablando de una comunicación directa.

Para ello, nos tenemos que fijar en los valores, en los anhelos y deseos, así como en las aspiraciones.

¿De quién?

De todos aquellos que nos sigan, que muestren en comentarios su actitud, sus pensamientos de forma abierta.

Todos aquellos que, responden encuestas que formulemos. Etc.

Existen muchísimas técnicas para saber qué sienten los consumidores o futuros.

Pero de esto hablaremos un poco más adelante.

Lo que quiero que comprendas en este punto es que, con el Marketing Emocional, nuestra pretensión inicial es generar confianza y una relación afectiva.

Importancia en el marketing moderno

Entremos al grano. Vivimos en un mundo lleno de ruido. Publicidad por aquí, ofertas por allá.

Si crees que con un simple anuncio vas a ganar la batalla, te equivocas.

Aquí es donde el marketing emocional entra como un campeón. Pero, ¿por qué?

Primero, vamos a algo claro. Las emociones son las que mueven el mundo, y sí, también las ventas.

¿Has notado cómo te sientes cuando recibes un email personalizado? Como si te conocieran.

Eso es marketing emocional, y con Mailrelay, te lo ponemos fácil para que lo hagas a lo grande.

Pero esto va más allá de un simple email.

Estamos hablando de construir relaciones, de ser más que un logo o un producto.

Ser una marca que entiende, que escucha y que siente.

Ahí es donde la magia ocurre.

El cliente no solo compra una vez, sino que vuelve.

Y no solo eso, te recomienda.

¿Quieres más? Piensa en las redes sociales.

Un cliente contento es un altavoz para tu marca.

Y no se logra con cualquier cosa.

Se logra tocando el corazón.

Es una cadena, ¿lo ves? Tocas una emoción, ganas una venta. Tocas varias, ganas un cliente. Tocas muchas, te ganas una comunidad.

2. ¿Diferencias entre los tres aspectos más importantes dentro del Marketing?

Por supuesto que hay conceptos que no debemos equivocar y, mucho menos en este mundo tan inmenso como es el marketing.

Existen tres aspectos, que muchos conoceréis ya pero que quisiera recalcar para que evitar posibles erratas al elaborar próximas campañas.

Marketing Transaccional: es el que utilizamos para la búsqueda de satisfacción de toda necesidad que puedan tener nuestros clientes, con la pretensión de por supuesto, alcanzar una serie de objetivos en nuestro proyecto con las transacciones que realizamos con nuestros productos y/o servicios.

Marketing Relacional: es la forma en la que actuamos para crear y hacer más sólidas nuestra relación con nuestros clientes. Permitiendo así otorgar más beneficios a los mismos y nuestro proyecto.

Marketing Emocional: es el que después de afianzar esa alianza, esa relación, utilizamos para ofrecer nuestros productos o servicios basándonos en sus sentimientos y emociones. Es cuando creamos una conexión emocional. Cuando actúan tanto positiva como negativamente.

Menciono que tanto positiva como negativamente porque hay que ser realistas.

Sabemos perfectamente que no llueve a gusto de todos y que también las críticas u opiniones negativas nos ayudan a seguir creciendo con nuestro proyecto.

Aunque a veces nos cueste afirmarlo.

Puede que para nosotros sea un producto o servicio espectacular, pero quizás no encaje del todo.

O también, que haya un compañero en tu sector que ofrezca algo similar y nuestro posible cliente encaje mejor con este.

Pero OJO, no por ello significa que estés realizando un mal trabajo.

Aspectos emocionales vs. racionales

Entremos en materia. Hay dos caras de la moneda cuando hablamos de decisiones de compra: la emocional y la racional.

Y aunque podrías pensar que la segunda lleva la batuta, te sorprendería saber cuánto peso tiene la primera.

Pero, ¿qué diferencia a uno del otro?

Empecemos por el lado racional.

Aquí estamos hablando de números, de características del producto, de comparativas.

Sí, esas listas interminables de «por qués» que te lanzan algunas marcas.

Funciona, claro que sí, pero solo hasta cierto punto.

Al final, hay montones de productos similares. Entonces, ¿cómo eliges?

Ahora, pasemos a la emoción.

Aquí es donde entra el marketing emocional, y créeme, es el rey del castillo.

Cuando compras movido por una emoción, no estás pensando en listas ni comparativas.

Estás sintiendo. Y esa sensación es mucho más fuerte y duradera.

Es como recibir un SMS que te llega directo al corazón.

Entonces, ¿cuál es mejor? La respuesta es sencilla: ninguno y ambos.

Pero si tienes que apostar por uno, hazlo por el emocional.

No solo te brinda una venta, sino una conexión, un cliente que vuelve y, lo mejor de todo, un embajador de tu marca.

3. Nuestra relación con los usuarios

No es un secreto que tus clientes esperan de ti que tengas un mínimo de preocupación hacia ellos.

Es más, es un principio básico que todos debemos tener claro antes de empezar a vender.

Toda compra se realiza a través de una emoción.

Si tu sitio y/o tu campaña le resulta positiva, enriquecedora y favorecedora entonces se producirá el cierre.

De lo contrario, se irá a la competencia en busca de ese detalle que sintió que contigo le faltaba.

Es la esencia del Marketing Emocional.

Piensa que, al igual que un cliente escoge a sus amistades y aliados de confianza.

También lo hace a la hora de escoger sus productos y marcas favoritas.

No existe excepción, el cliente tiene que sentir que como tú nadie le va a poder aportar y cubrir su necesidad o deseo.

Estamos hartos de leer que, hay que conocer qué buscan y sienten nuestros lectores, seguidores y clientes potenciales.

Pero, ¿por qué?

Es simple, pues únicamente sabiéndolo podrás encajar con ellos.

Debes saber que los puntos de contacto más importantes son aquellos que albergan estímulos o sentimientos verdaderamente significativos de tus clientes.

Pues son con los que captaremos con mayor efectividad su atención.

El storytelling no es una simple técnica.

En ella se trabaja las emociones a través de una historia. Una historia que llega al corazón, que toca las emociones más profundas y que conecta.

Juega con las imágenes, desarrolla tu creatividad.

‘Una imagen dice más que mil palabras’ y eso tus clientes lo saben.

• Estímulos activables: el deseo de sentirse mejor, el de lograr lo que anhelan, cubrir una necesidad, sonreír.

Al despertar estímulos estás despertando la conciencia social.

Que es aquella que conecta directamente contigo y tu producto o servicio.

El papel de la empatía

Hablemos de un término que quizás hayas escuchado un montón pero que, muchas veces, se queda en palabras: la empatía.

Esta no es una opción; es una necesidad. Y en el marketing emocional, es una de las estrellas del show.

Pero, ¿por qué?

Imagina por un segundo que eres el cliente.

Tienes un problema, un deseo o una necesidad. Buscas soluciones y te encuentras con una marca que no solo entiende tu situación, sino que parece hablar directamente contigo.

Eso, amigo mío, es empatía en acción.

No es simplemente enviar un email que diga «Entendemos tu problema».

No, va más allá.

Es un mensaje que realmente sientes que fue escrito para ti, con tus emociones y necesidades en mente.

Es como recibir un SMS que te saca una sonrisa justo cuando más lo necesitas.

¿El resultado?

Un cliente que no solo confía en tu marca, sino que siente que tu marca confía en él.

Y ese es un lazo difícil de romper.

La empatía te permite adaptar tus mensajes, tanto en contenido como en tono.

Te ayuda a entender los momentos clave en los que debes comunicarte con tu audiencia, y qué decir para realmente conectar.

En resumen, la empatía no es solo sentir lo que siente el otro.

En marketing, es usar ese sentimiento para construir una relación sólida, duradera y, sí, rentable.

Es el ingrediente secreto que te distingue del resto, el que hace que tus campañas sean más que anuncios; sean experiencias.

4. Claves a tener en cuenta en nuestra campaña de Marketing Emocional

• Tu personalidad, la de tu marca.

Pues para llegar a la conexión y al cierre, tus clientes deben sentir tu esencia, quién eres, qué intenciones tienes.

Deben sentirse identificados contigo y sentir que lo que les ofreces es para ellos.

• La atención que ofreces.

Deben notar que te involucras y que te interesan.

Te tienen que sentir cerca, accesible, alguien con quien contar en todo momento.

• Tu propuesta debe ser de valor.

Si no otorgas valor, jamás conectarán contigo.

No es algo que se deba decir sin más a la ligera. Compartir contenido de valor siempre es importante.

5. Las Fases de una campaña de Marketing Emocional

Para llevar a cabo una campaña de Marketing Emocional se tienen que formular una serie de fases.

Todas ellas, son serviciales tanto para el entorno online como también, el offline.

• Primera Fase: estudiamos en profundidad las necesidades de nuestro público objetivo y todo lo que ofrece y comunica nuestra competencia.
• Segunda Fase: nos mantenemos activos escuchando y visualizando qué ocurre a nuestro alrededor que vincule directamente a nuestro proyecto y, nos mostramos más participativos con nuestra audiencia para conocerla mejor y conectar con ella.
• Tercera Fase: nos elaboramos una lista de puntos fuertes y flacos que tengamos. Haciendo una comprobación de qué estado de ánimo es el que queremos transmitir y qué beneficios, habilidades y medios con las que vamos hacerlo efectivo.
• Cuarta Fase: elaboramos una estrategia clara y activa. Analizando aquellas palabras clave, frases e imágenes que vemos que van a funcionar a través de las emociones, sentimientos y necesidades de nuestro público objetivo.
• Quinta Fase: desarrollamos un plan de acción en el que, una de nuestras misiones es generar lazos duraderos. Para ello, utilizaremos todos los medios de difusión que utilizamos acompañado de nuestra creatividad.
• Sexta Fase: evaluaremos y controlaremos de forma constante el valor y efectividad de nuestra estrategia.
• Séptima Fase: Comprobaremos y maximizaremos a prueba y error todos los aciertos y errores cometidos. Desechando lo que no es válido, no atrae y reciclando o reutilizando corrigiendo posibles errores lo que sí ha causado impacto.

6. Hablemos de colores ¿qué transmiten en el Marketing Emocional?

Pues los colores también forman una parte importante en nuestras vidas.

También hablan de nosotros, nuestras emociones y diversas percepciones que tenemos sobre las cosas que vemos.

Todos sabemos que entre la publicidad y los comunicados están las diferentes formas de verlos o disfrutarlos.

Como está la auditiva, que el locutor transmite su mensaje de forma directa hacia el oído de sus oyentes.

Está la visual, en la que contemplamos ya, diferentes métodos, figuras y sobre todo colores.

Fuente: Pixabay

Y también, encontramos la visual y auditiva, aquella que contempla ambos criterios.

Cuando hablamos de colores ¿qué ocurre? ¿qué se nos pasa por la cabeza?

¿Te lo has preguntado alguna vez?

Yo sí, innumerables veces, por tanto, cuando empecé mi andadura por este concepto me fasciné de la cantidad de maravillas que se pueden descubrir.

Hay tres colores que siempre recordaremos ‘los colores primarios’ y estos son: El Rojo, el azul y, el amarillo.

Pero también hay seis más, que ya forman parte del grupo secundario. Estos son: El verde, el morado y, el naranja.

Claro que, estos nacen de combinar dos de los colores primarios.

Pero aún se pueden sacar al menos seis colores más si hacemos combinaciones con los primarios y secundarios.

Y como en muchas áreas, los colores también nos transmiten diferentes emociones y/o sentimientos.

Fuente: Pixabay

• Rojo: este es el color denominado por todos como el de la ‘’pasión’’. Pero también genera un interés de urgencia y en ocasiones también, abre el apetito.

Es muy habitual usarlo en campañas y promociones, muchas de ellas se enfocan en la comida pues, enseguida capta la atención deseada.

• Amarillo: su brillo enseguida es asociado con el optimismo y la felicidad. También genera motivación y fomenta la creatividad.

Sin embargo, el detalle de la superstición ha hecho que muchas personas le tengan un importante odio a este color. Por lo que es más utilizado en señales para generar expectación o advertir de algo.

• Azul: el mar y el cielo son azules, lo cual transmite sensación de calma y paz. También es asociado con la productividad, la seguridad y sobre todo la confianza.

Es muy común ver logotipos corporativos que representan a entidades bancarias o clínicas con tonalidades azules.

• Verde: según muchos mencionan, es el color de la esperanza, la salud, la naturaleza. También es asociado al poder y/o al dinero. Transmite una sensación relajante entre los usuarios.

Es un color muy usado para mensajes con fines ecológicos. Mensajes de ayuda y/o cooperación altruista.

• Naranja: es un color que transmite calidez y emoción a su vez. Es muy similar al rojo, pues, ambos son tonos asociados a los impulsos.

Es común usarlo para dirigirse y conectar con personas más jóvenes. Lo usan más empresas de concepto juvenil pero también se dice que hay que moderar su uso, pues también entra entre los colores más odiados.

• Negro: el color que muestra estabilidad, firmeza y fortaleza. También lo asocian al poder.

Es muy habitual verlo en importantes marcas de lujo con, logotipos corporativos muy reconocidos.

7. ¿Qué ventajas aporta una campaña de Marketing Emocional a un emprendedor o proyecto en marcha?

Si nos fijamos, encontramos una ventaja de peso a diferencia del marketing tradicional.

Puesto que, con el marketing emocional, logramos que la persona se identifique con nosotros, nuestro proceso y/o producto.

Con esta estrategia vamos más allá de una promoción, nos acercamos a nuestro público objetivo centrándonos en su anhelo, necesidad.

En pocas palabras.

Captamos lo que quieren y le hacemos entrega de ello.

Es un método que nos permite acercarnos más a ellos gracias a que conectamos directamente con sus emociones.

Y tras despertar sus emociones, logramos que muestre una actitud interesada en lo que nosotros ofrecemos.

Trabajándola bien, podemos llegar a aumentar los resultados y números de nuestro negocio de una forma exponencial.

Cuando somos capaces de, conectar y controlar de forma adecuada todas las emociones de nuestros clientes.

Esto es lo que hace que se provoque una acción.

Que es precisamente la acción lo que estamos buscando con nuestra estrategia.

Y cuando esta ocurre, es donde podemos visualizar y disfrutar nuestros resultados.

Y si a esto le sumas que nuestro cliente se siente identificado con nosotros, nuestro proyecto o producto, entonces podremos afirmar que tenemos un cliente no solo satisfecho, sino que también, fidelizado.

Déjame destacarte que, el marketing emocional está en todas partes.

En diferentes medios, ya bien sea de forma presencial con un flyer, con una campaña publicitaria vía Facebook Ads o bien, con nuestra plataforma de email marketing enviando nuestros mails y newsletters.

En definitiva, el marketing emocional, nos ofrece muchísimos beneficios.

Sacamos a relucir nuestra parte más humana, conectando directamente con nuestro público objetivo y futuros clientes potenciales.

Y, sobre todo, aparte de fidelizar con nuestros clientes, esa conexión permite que ellos mismos decidan incluso, recomendarnos mediante el acto tan conocido como el ‘’boca a boca’’.

8. Algunos ejemplos de marketing emocional

Quiero mostrarte, algunos de los ejemplos que seguro habrás visualizado y si no, te invito a que lo hagas.

Una vez que lo hagas, te invito a que nos dejes aquí en los comentarios qué te han transmitido cada uno de ellos.

Todos los anuncios, imágenes o textos elaborados desde el marketing emocional, nos hacen partícipes en cierta medida.

No todos sentimos lo mismo.

Tampoco todos aceptamos las mismas cosas o valoramos de la misma forma.

Pero lo que verdaderamente importa con esta estrategia, es la conexión y el impacto.

Que después, atraerá los resultados.

He llegado al fin de este post que, espero te sirva y aclare algunas dudas.

Claro que, me encantará continuar hablándote sobre marketing emocional y todo lo en el alberga.

Déjame aquí debajo tus comentarios, estaré encantada de leer tus opiniones y responder tus inquietudes.